sábado, 4 de diciembre de 2010

Un poema

"El rasgo poético suele ser intemporal. Por fuerza de unas líneas que se recitan y perecen apenas la voz se difumina, perdura escasamente en la conciencia. El poema viaja con la voz como vehículo y desaparece cuando las ondas sonoras se alejan y se mitigan en el espacio. Su inmortalidad es paradójicamente efímera. Y me arriesgo a decir que es la mejor de todas las formas de inmortalidad."

Recien llegado

Has llegado por asalto insuflando
el pecho, ahora en los abrevaderos
brota la mies,
el azabache nos sonrie por las mañanas
y en la mesada late el café
que apura la rutina de los días
Alada en la plaza, se posa la esperanza
escoltada por hadas, luego en tí se deposita,
en tus manos pequeñas como
leve graznido, en tus ojos
de cristal pulido,
relampagueantes.
Se evocan antiguos cúmulos de arena
pies henchidos de barro
y ayunos de callos.
Deambulas con impunidad de tiempo
en los zapatos del pequeño Michael, de Tootles
filtrando la brisa, y tras
la silueta lejana y voladora
hiere la imaginación de una perdida Wendy.

Toda la familia te ve y no
deja de verte sin pensarse,
a sí misma condensada, en la nostalgia
de los atardeceres paréjamente rojos
del arrabal, todo perdidos,
en el espejo de la noche recurrente.

Cuando te balanceas sobre mí
late en tu garganta
el estrepito de tu fascinación
amateur,
porque has traído la promesa de paz
en tu regazo, en tus manos
sin tiempo,
la visión de los justos,
el renacer del orbe, la vigilia
tras la tercera estrella de occidente,
la sonrisa eterna de Miguel Hernández.
la indiferencia hacia un mundo
que a menudo muere
pero la mayoría de las veces, mata

No hay comentarios:

Nuestros visitantes

Estadisticas y contadores web gratis
Estadisticas Gratis