jueves, 16 de septiembre de 2010

De proyecciones y deducciones


Ayer Mario Wainfeld en Pagina 12 habló de proyección. Se refería puntualmente a la mirada de los opositores al kirchnerismo hacia el ex presidente. El análisis de Mario, aunque espléndido, carece de una extrapolación necesaria (entiéndase necesaria por capricho, por puro delirio intelectual de quien escribe). La proyección es un mecanismo desmenuzado hasta el hartazgo por el quehacer psicológico. Esa repetición no carece de interes. La exposición más prolifica del tema no viene paradójicamente del campo de la psicología sino de la Escuela de Frankfurt y está vinculada en buena medida a ese extraño híbrido entre el materialismo dialéctico y el psicoanálisis. Y allí aparece la Dialéctica del Iluminismo, aparece Adorno. En el capítulo Elementos del Antisemitismo escribe: “Mediante la imagen del judío que presentan al mundo, los racistas expresan su propia esencia. Tiene avidez exclusiva, de apropiación, de poder sin límites, a toda costa. Al imputar al judío sus propias culpas, al burlarse de él como rey y señor, lo crucifican renovando sin fin el sacrificio en cuya eficacia no pueden creer.” Este primer acercamiento a la cuestión del judaísmo es un retrato de la proyección pincelada desde la perspectiva del nacionalsocialismo.

Convengamos en qué consiste expresar la propia esencia, cuáles son sus intimidades. El estudio de los objetos enantiomorfos nos da una idea. Los enantiomorfos son cuerpos identicos pero asimétricos como la imagen en el espejo. Al proyectar, el antisemita percibe un sujeto de su misma índole, con sus cualidades, en una versión distorsionada aunque análoga. Porque no es en otro lado mas que en la proyección donde aquel se ve a sí mismo, y ante la apariencia invertida como un par de manos, la conciencia construye un imago idéntico pero no el mismo. En última instancia los objetos enantiomorfos han inspirado a H.G. Wells y la materialidad ya previene a su favor. La proyección (y sobre todo la antisemita) al admitir una ligazón únicamente con la vida psíquica y, en particular, el inconsciente diluyen su alegato de inocencia sobre todo en los casos más brutales, grotescos, donde la proyección trasciende su origen subterráneo y aflora en conductas concientes aberrantes. No pocos casos -yo mismo he visto y he aplicado, cada vez menos, la proyección- se alimentan de este acto instintivo. Y repito instintivo par hacer constar la acción de la irracionalidad propia de la proyección en estos últimos eslabones de la miserabilidad humana.

Los opositores kirchneristas son en muchos casos vivos y teratológicos exponentes de la proyección, ya lo dijo Wainfeld. No reseñó, en cambio, una pequeña diferencia que puede dar pie a equívocos. ¿Que podrían decir los furibundos partidarios del antikirchnerismo ante la común prédica de quienes los caracterizan desde el Movimiento Nacional y Popular cuando hace rato les han tomado el pulso y ya los conocen de palmo a palmo? Podrían, ciertamente, alegar proyección. Pagni, aplicando esta fórmula, quiso emular a Wainfeld desde La Nación anotando que Kirchner se trata a sí mismo como a los demás. Entonces, ¿Dónde estaría la diferencia? Como siempre, querido lector, en los argumentos. El ejemplo de Pagni carece no solo de fundamentos puesto que jamás podría probar con rigor documental qué quiere decir cuando escribe que Kirchner trata a los demás como a sí mismo sino que postula la omisión de algo que Wainfeld no refirió y que seguramente jamás habría querido.

Veamos el ejemplo de Pagni. Él dice: Kirchner se trata a sí mismo como los demás. Y cabe preguntar: ¿Cómo a quiénes y por qué? Nunca da la respuesta o sí la da en realidad: todas sus piruetas teóricas recaen en la proyección. Pagni cree que Kirchner trata a los demás como él seguramente los trata y como él trata a Kirchner augurándole en retrospectiva tres infartos que nunca existieron. A ver, seamos claros: si Pagni, como expresión de deseo, pretende pretéritos infartos inexistentes en otro, el que trata mal a los demás y seguramente a sí mismo es Pagni. La primera prueba es su artículo en La Nación y su repulsa manifestación anhelante. Tenemos, pues, el primer caso de proyección donde además interviene la mentira (esto es sin dudas un pleonasmo: la proyección en sí misma es tan falaz como la imagen reflejada, pese a Dolina y sus hombres del espejo).

Ahora examinemos otro. Hace poco Robert Cox se explayó en un programa de la televisión pública, 6,7,8, acerca de la libertad de expresión y las amenazas a tales libertades. Ahora escribió un artículo apologético sobre la supuesta libertad liberal haciendo resonar esas brechas del discurso pronunciado en esa emisión de 6,7,8, por momentos complaciente y otros no tantos, al decir “son terribles” o “hay miedo” o no dándose por enterado que los principales diarios (Clarín) reproductores de su artículo no ocultaban los crímenes de lesa humanidad, la desaparición de personas y el horror impuesto por la dictadura sino que eran cómplices con mayor jerarquía y capacidad de mando que el brazo ejecutor de la alta cúpula militar. Los militares y sus jefes civiles siempre alabaron el liberalismo, entendido como suele entenderse en estas pampas; liberalismo cuyo principal eje es la apertura asimétrica de la economía haciendo caer las fronteras a la extranjerizacion de los sistemas productivos o a la importación frente a países proteccionistas que predican el liberalismo pero nunca lo aplican en su relación con el mundo y, por otro lado, la no intervención del estado en la esfera económica del mercado interno. El periodismo liberal ha sido siempre el periodismo de las empresas y los grupos concentrados que ante la no intervención estatal se consolidaron a expensas de las prebendas de ese mismo estado ausente para regularlas; en consecuencia la libertad de prensa en el periodismo liberal siempre tuvo el mal semblante de la libertad de empresa y la libertad de expresión pregonada por ellos el de la libertad de tergiversación, multiplicada en todos las subsidiarias y medios dependientes de los grupos concentrados económicamente.

Y todo tiene que ver con todo. Ahora (y siempre) Cox defiende el liberalismo, el periodismo liberal, es publicado por Clarín y se olvida (o finge olvidarse) de la necesaria connivencia entre los diarios Nacion y Clarín, del liberalismo periodístico, con la dictadura lo que incluye la participación de Magnetto y Mitre en la adquisición de Ppael Prensa pues fueron lo smayores beneficiarios de lo que Cox considera oprobioso pensarlo de otra forma es divorciarse de la lógica. No obstante cuando Cox habla hoy de dictadura (o autoritarismo de izquierda) y de apropiación de los medios para erigir un monopolio por parte de un gobierno democrático que dio curso a la Ley de Servicios Audiovisuales y cuyo texto marcha en dirección diametralmente contraria a la concentración monopólica, en realidad se ve a sí mismo y al liberalismo que tanto defiende. Se ve así mismo y a sus ideas (no a sus prácticas en tiempos de la dictadura pero eso es harina de otra bolsa).

A este procedimiento mecánico, que hemos sometido en su forma más absurda a la nomenclatura proyección, se opone la deducción y por tanto la lógica con sus respectivos argumentos concatenados. En ese punto se halla la diferencia entre las consideraciones de los kirchneristas hacia la oposición virulenta y la que estos prodigan al movimiento que llaman K y de hecho muchas veces lo hacen, proyección mediante, a partir de la repetición de la letra y su resultado fónico (los antikirchneristas mas furiosos dicen KK = proyección; la k(a)k(a) en este caso es el pobre imbecil que pronuncia esa recurrencia creyéndose un vivo bárbaro).

Entrevemos entonces la diferencia entre deducción y proyección. La proyección se abstrae de todo argumento; la deducción, por definición, no puede hacerlo. Y es deducción cuando se señala la hipocresía de la Unión Cívica Radical, encabezada por Morales y Sanz, en donde intervenía Bullrich, al solicitar el 82 % móvil para los jubilados cuando formaron parte de la administración que les redujo el haber en un 13%. Cuando formaron parte de la administración de la Alianza. Es la fuerza del argumento, la hipótesis contrastada a partir de la observación y los hechos, cuando nos defraudó la izquierda de Palermo Soja Pino Solanesca al aliarse con la derecha reaccionaria para ganar lugares en las comisiones negociando con el Grupo A o en el momento en que reafirmó en ¡el programa de Mariano Grondona! que había que hablar con todos para construir mayorías más allá del proyecto –o quizá resignándolo y enlodándose hasta los tuétanos- confirmando los dichos de su pollo Claudio Lozano quien aseveró que a Proyecto Sur no le importaba con quien aliarse para obtener mayorías. Es el hecho documentado el que asocia a Magnetto con Gallino y los torturadores de los Graiver, con el cual se llega a las declaraciones de Lidia y a los comprobantes de venta de Papel Prensa a un precio risible que favoreció a los compradores y no evidentemente a Montoneros si seguimos la infamia clarinista (proyección la teoría de montoneros de su propia ignominia presionando a los Graiver para que vendiesen PPSA). Son las contradicciones en pocos meses de Isidoro Graiver y su mágica desaparición tras la declaración firmada ante escribano para que la publicara Clarín cuando hubiese sido mucho más fácil exponer los boletos de compra y venta y explicar los mecanismos de cesión de acciones sin caer en descontextualizaciones y la reedición de la teoría de los dos demonios. Son las torpes acusaciones a Héctor Timerman por aparecer en fotografías, antes de su exilio, junto a su padre, antes de ser secuestrado y torturado, junto a Héctor Garcia antes de sufrir la discriminación de Papel Prensa que no le concedía cupos de papel suficientes al diario Crónica, acompañando a Videla. También estauvieron en fotografías con Videla autoridades de Clarín y La Nación quienes no fueron desaparecidos, ni se tuvieron que exiliar, ni tampoco obtenían cupos escasos – al contrario- por parte de la empresa de la cual eran socios. Casos simples de deducción. Si a partir de estos argumentos, hechos comprobados y documentación a disposición –el magnífico informe Papel Prensa: la verdad- y los miles de archivos periodísticos e históricos se llama a determinados sujetos con improperios no es proyección como cree Pagni, es simple deducción a partir de los datos duros. Por lo tanto se agrega una arista para diferenciar dos procedimientos en apariencia similares pero completamente diversos: donde los antikirchneristas acérrimos proyectan su odio al enemigo, como advierte Wainfeld, la buena retórica kirchnerista deduce e hilvana hechos.

Los resultados de ambos -si no se explica o expone el recorrido analítico del segundo caso- parecen asimilarse; no obstante nunca son iguales. Ellos ven el odio de sí mismos en los otros, como el tramposo ve en el otro la trampa o el infiel o desengañado somete a pruebas a los demás y cree advertir en cualquier indicio la tendencia propia pese a que no se tenga a disposición el hecho sino solo la presunción. Sospecho modestamente que así no se puede vivir. Los antikirchneristas en su proyección no ven la felicidad militante, el compromiso, porque ellos o han padecido el desengaño permanente o carecen de toda felicidad dañando a sí mismos y a los cercanos.
Adorno podría cerrar mejor que yo esta colección de conjeturas, entretejidas argumentalmente. Él escribe: “Los judíos son marcados como el mal absoluto por el mal absoluto.”
Tenía razón.





N.A.

Suscinta definición psiconálitica de proyección
En psicoanálisis, mecanismo de defensa por el que el sujeto atribuye a otras personas los propios motivos, deseos o emociones. Es una forma de ocultación involuntaria e inconsciente de su vida psíquica consecuencia de la presión del superyó que sanciona como incorrecto el contenido psíquico o de los temores y frustraciones del sujeto. Como estrategia para salvaguardar la seguridad de la persona tiene un valor limitado y puede dar lugar a comportamientos poco adaptados que dificultan la convivencia.

Los objetos enantiomorfos son especialmente referidos en el apartado Cuarta Dimensión del libro de Martin Gardner "El universo ambidiestro". Allí el desarrollo intenta dar cuenta a alucinación teórica de la cuarta dimensión.

"La diferencia entre Timerman y el resto que respaldó la dictadura (Ruiz Guiñazú también lo hizo) es que reconoció su error públicamente y pidió perdón. El diario La Tarde salió cuatro meses y tuvo un abierto apoyo a la dictadura cívico militar. A diferencia de la revista Gente, Somos, o los diarios Clarín y La Nación, que también apoyaron el terror, ocupó los primeros cuatro meses del inició del gobierno de facto.Ricardo Roa que cita al filósofo y lingüista austríaco nada dice de la foto de Ernestina Herrera con el genocida Videla, o de Morales Solá con el genocida Bussi. Leuco tampoco recuerda la foto de Ernestina ni la de Morales Solá, menos que menos a la revista Somos dirigida por su patrón Fonteveccia. Ni hablar del pasado de Chiche Gelblung, Cacho Fontana y Lidia Satragno, que decir del matrimonio Mónica y César o del cineasta Sergio Renan. Y tantos otros que tuvieron un apoyo directo y continuan en la televisión, como la Sra Legrand amiga de los genocidas Astiz y Massera.El editor general adjunto de Clarín acusa de inquisidor ético al canciller, pero nada dice de Papel Prensa, de Magnetto, de la torturada Lidia Papaleo."

Fuente Blog Una Lectura http://unalectura.blogspot.com/

sábado, 11 de septiembre de 2010

Anacronismos


Por lo general hemos sido mal entrenados. Los hacedores mediáticos celebraron la configuración de un conciente supeditado a premisas que se sustentan mediante la urdimbre de un repertorio de ideas inconexas y fuera de contexto. Se han encargado escrupulosamente de redefinir la noción de lo público con el propósito ulterior de demostrar las exultantes ventajas de los capitales privados invertidos, en especial en aquellos servicios o prestaciones de carácter insoslayable. Se inscribió una historia anacrónica y antojadiza en los moldes liberales de la profesión.

Paralelamente se desarrolló una realidad subterránea de la comunicación, de la relación entre los poderes fácticos y los poderes aparentes. Una partida de ajedrez predeterminada por la convergencia tecnológica cuyo resultado, se sabía, era inevitable no tanto por las negligencias de uno de los contrincantes sino por la dinámica propia del desarrollo de los dispositivos mediáticos. Pero no obstante, y sin ser ingenuos en la materia, la progresión tecnológica estuvo (y está) imbricada en una red de fenómenos sociales de los cuales no es posible sustraerse solo por acción del vértigo indolente de la abstracción. Cuando Carlos Saúl Menem se reprochó a sí mismo la expansión del Grupo Clarín el hipotético auditor de esa supuesta escena de comedia paradojal del neoliberalismo, podría preguntarse hasta donde la tensión entre la potencialidad tecnológica sobre la base de una empresa mediática con gran influencia como el diario Clarín y la pluralidad informativa hubiese podido ser reprimida en el contexto posterior a una dictadura legitimada por el discurso de ese mismo diario y cuya contraprestación fue la acumulación de posiciones ventajosas en el mercado y la prerrogativa de moldear los estilos y usos de la profesión periodística y la estética y ética en el consumo de la noticia. Diario que se había valido para afianzar su hegemonía de la usurpación al grupo Graiver de Papel Prensa mediante una transacción comercial ejercida a través de la coacción derivada en la desaparición y tortura del grupo familiar. Los diarios La Nacion y el mismo Clarín conformaron un hábito formador cultural discursivo grabado por el terror. Es por tanto imposible o potencial suponer otro contexto exterior a la revolución tecnológica de la era de la información en que Clarín se fortalece como grupo mediante la concesión otorgada por el menemismo de Canal 13, la explotación de Radio Mitre, por nombrar algunos de entre los mas de 200 medios que posee. ¿Había alguna posibilidad de regular ese proceso? ¿Se puede suponer siquiera un minúsculo grado de factibilidad en relación al proyecto de menguar la concentración resultante del uso primigenio de estas tecnologías, evitando de esa forma la conformación monolítica de posiciones dominantes en el mercado? Repito que son solo conjeturas.

La crónica subterránea de la relación entre los poderes mediáticos y la primera magistratura aportan claves para reconstruir esa historia. Durante la gestión de De la Rua, Gustavo López intentó poner a las prácticas administrativas del Comfer un cierto orden. Junto al titular de la SIGEN Rafael Bielsa y Manuel Garrido de la por entonces novel Oficina Anticorrupción se encaramaron en la investigación de los propietarios de los medios. Se concentraron en dos puntos trascendentes: el lavado de dinero y la evasión impositiva. Conviene remarcar el estupor que a ciertos espíritus les causa tamaña indagación, sobre todo en la tradición impoluta de los medios como agentes inmaculados de la información. La investigación de Bielsa arrojó que durante la gestión del Comfer de León Guinzburg, Ana Tezon y José Aiello en el periodo 1993- 1998 se había beneficiado con exenciones impositivas por un monto de 20 millones de pesos a los medios grandes de la Argentina. Los principales damnificados de la medida fueron VCC, Cablevisión, Multicanal, Canal trece, Telefé, Supercanal. Asimismo el interventor del Comfer José Aiello había otorgado licencias para explotar frecuencias de radiodifusión de manera irregular durante el último año de Menem a alguna radio aislada como favor político pero en especial a los propietarios de medios más poderosos.

El propio Magnetto, apremiado por la emisión de un decreto que llevara la firma de De la Rua que le adjudicara sin pasar por la licitación pertinente la licencia de canales del interior en los que el Grupo Clarín estaba particularmente interesado, obtuvo entrevistas privadas con el presidente quien simultáneamente rehuía a su propio funcionario al frente del comité de radiodifusión. La conformación minuciosa de los cánones culturales y una cierta noción instantánea y acelerada fundamentada por el espejismo ejecutor de los grandes estados fascistas y cierta izquierda aletargada en el tiempo sirvieron para ocultar el núcleo del poder real. Poder que siempre e inexorablemente estuvo ligado por alianzas y disputas con la primera magistratura. Aun así quedó claro que las confrontaciones entre el poder ejecutivo y el CEO de Clarín, por marcar un ejemplo caprichoso, constituían los movimientos de una partida de ajedrez cerrada donde las alianzas eran circunstanciales y la predominancia de Magnetto (y los demás en particular Telefónica, el consorcio Vigil Moneta, Vila y Manzano), la regla de ese vaivén. El diario Clarín no dudó en cercar a Menem a partir de las causas abiertas por el trafico de armas, el pago de sobresueldos una vez finalizado su mandato y sobre todo no dudo en acusarlo en relación a su postura doctrinaria cambiante que ahora sí le reprochaba sin hondura teórica la gestión de un modelo sostenido en base a la corrupción de los funcionarios públicos. Claro Clarín nunca hablo de los casos de corrupción en los que Tezon, Aiello, y Guinzburg, titulares del Comfer durante el menemismo, beneficiaron al grupo. Tampoco se cuestionaron públicamente el hecho de que varias de sus empresas estuvieran implicadas en la evasión fiscal. ¡Ellos! Los custodios de la moral, el reservorio ético desde el cual actuaba la fiscalía de los poderes públicos, como contralor de hecho de las instituciones democráticas que el ciudadano renueva tras un período de tiempo mientras que en el Grupo, y como una broma macabra, los trabajadores de prensa perdían toda injerencia en la correlación entre las autoridades patronales y los ciudadanos que trabajaban en sus filas. Se evaporaba toda injerencia sindical en esa relación asimétrica ya por naturaleza.
En esta postrera imagen aparece la escena de Guillermo Moreno en la última asamblea en Papel Prensa. Un poco para sumar algunos puntos a la idea de la democracia sindical, la presunta democracia privada y la ciudadana. El Grupo (y los estúpidos ciudadanos que construyen sus discursos a partir de sus crónicas) llama a Moreno patotero y lo acusa de impedir la votación en que los directores representantes de los tres diarios iban a aprobar la remoción de los representantes del estado nacional. La acción deliberada apuntaba a la continuidad del privilegio que habilita a Clarín y Nacion a ser jueces y parte sutilmente beneficiada en la provisión de papel para diario en detrimento de los miles de periódicos del país que en algunos casos compran el papel a mayor precio, deben importarlo o que no cuentan con la cesión de los cupos solicitados.

Que el Grupo Clarín sospechado de delitos de lesa humanidad de haber vejado a Lidia Papaleo, golpeándola y torturándola, hasta provocarle un tumor en la cabeza y la extirpación de un seno, pasando por el lúgubre tono de Magnetto amenazándola para que venda las acciones de la empresa por la vida de ella y su hija, acuse a Moreno, un hombre intachable sin una sola denuncia de corrupción, de violar la ley tras impedir una chicana empresarial, ilegítima de origen, causa carcajadas. Si nos remontamos al poder del Grupo como medio en situación dominante resulta aun más patético. No fue Moreno, ciertamente, el que apoyó a Videla, Masera y Agosti, la desaparición de personas, la tortura, el asesinato, la proscripción ciudadana de su ejercicio al sufragio sino Ernestina Herrera de Noble, Héctor Magnetto, Bartolomé Mitre, Peralta Ramos. Moreno solo evitó la votación de inversores privados cuyo puesto y sueldo proceden de ese crimen y que nadie remueve, ni vota nunca, salvo en las reuniones de directorio que se realizan entre ellos y determinan el destino de una gran porción de la masa trabajadora de este país, periodistas y trabajadores de prensa que dependen de los insumos producidos por Papel Prensa. Moreno impidió la consumación de una nueva injusticia pergeñada por apátridas, cómplices y ejecutores de la tortura, la vejación y el asesinato de la ultima dictadura reforzada por la década neoliberal. La persistencia en el error formal de Moreno es la resultante de una historia fraudulenta desde el inicio que ante cualquier intento externo por torcerla o subsanarla los protagonistas apelan a las estrategias más vergonzantes y miserables. Y en buena medida Moreno está solo en esa pelea. El formalismo privado ha colonizado nuestras mentes y los fáciles cipayos no dudan en emitir apologías y ditirambos sobre él cada vez que pueden. En otras circunstancias, aunque improbables tal como se han dado las cosas, la ciudadanía, pero en particular el conjunto de los trabajadores de prensa, no toleraríamos la canallada crónica de estos tres hipócritas adalides de la libertad de empresa y Moreno tal vez no estaría solo. No habría necesidad de que un individuo, un Secretario de Comercio Interior, hubiese tenido que impedir un fraude amparado en la legalización (porque sí) de un delito por parte de un régimen de facto. El entramado de la sociedad civil a través de los múltiples canales de presión y de intervención ciudadana hubiese activado los mecanismos necesarios para confutar tamaña aberración. Para ello seguramente debería existir una cierta tendencia mayoritaria y no conductas guiadas por el resentimiento y la traición hacia la propia clase social, confundida, alienada y sobre todo proclive a cierta mezquindad.

La mala conciencia procedente, en algún caso, de una insuficiente formación y en otros de cierto rencor no exonerado, tiende a ocultar esta historia ceñida bajo la superficie. Es finalmente en la caída de las máscaras, cuando el Grupo, perdida toda ocasión de presión o negociación con la primera magistratura, saca a trasluz su propio y bestial rostro. Allí notamos el rastrero o magnánimo papel que pude asumir el poder ejecutivo frente a los poderes económicos. Estas revelaciones, estas peleas que hoy, cristalizadas en la nueva ley de medios, tienen lugar no hubiesen sido posibles sin la voluntad política del poder ejecutivo, sin la espléndida esgrima de los medios alternativos, sin el trabajo laborioso de la Coalición por una Radiodifusión Democrática, sin la UTBA, sin un secretario de comercio interior como Moreno que desde una ferretería en San Martín y junto al Grupo Calafate esperaron el momento en que la pesadilla neoliberal finalizara.
Pues bien la pesadilla acabó. Abramos los ojos.

EL "PAPEL" DE LA JUVENTUD - HEREDEROS


Generacionalmente, pertenecemos a lo que podemos denominar “los hijos de la dictadura”. Nacimos entre el 76 y el 83. Tenemos varias herencias pesadas, es cierto, pero tenemos también una responsabilidad, un mandato histórico.

Hemos vivido en democracia. Hemos crecido en democracia. Vivimos en democracia.

Fuimos adolescentes durante los 90. Resistimos la década neoliberal en las calles. Sufrimos la represión en democracia por oponernos a la entrega del Estado.

Fuimos jóvenes durante las noches de diciembre de 2001 y participamos -con el cuerpo- de esos días agitados donde un presidente constitucional declaraba el Estado de Sitio.

Fuimos Pocho “Loprati”. Fuimos Maxi. Fuimos Darío.
Tras la “larga noche”, fuimos los que vieron en el discurso de Néstor Kirchner -aquel 25 de mayo del 2003- que se “podía volver”, que era posible con la POLITICA cambiar la realidad concreta.

Volvimos a soñar con otra “primavera”; y las banderas de la Justicia Social, la Independencia Económica y la Soberanía Política comenzaron a ser levantadas –incluso- por nuevos actores; y aquellos, que creían que nunca más las sacarían de los baúles las desempolvaron y se las volvieron a cargar al hombro con una sonrisa. Esa sonrisa de reparación histórica. Reparación de aquello que la dictadura militar y el neoliberalismo habían roto.

La tarde del 24 de agosto de 2010 por primera vez en democracia, desde el Estado y en la boca de un presidente se enunció aquello que siempre se supo: existió la complicidad entre los civiles y los militares durante la dictadura en nuestro país. Un acto de verdadero coraje el de la Presidenta de la Nación.

Quienes hoy dicen que “a nadie le importa lo que sucede con Papel Prensa” están diciendo que no les importa la complicidad civil con la dictadura. Están diciendo, que no les importa el Estado. El silencio es cómplice…la distancia justa, para permitir que las historias se repitan.

¿Qué vamos a hacer con esa verdad enunciada el 24 de agosto de 2010? Es una pregunta que debemos hacernos todos. Nosotros como jóvenes tenemos un mandato histórico: Defenderla.

Por Valeria Di Croce conductora de "iNKorregibles". Editorial del Viernes 27 de Agosto de 2010

jueves, 9 de septiembre de 2010

Acordate


Un nuevo espacio para que la militancia siga creciendo




El proyecto sigue sumando organización con la nueva sede central de La Cámpora

El sábado 4 fue un día muy especial para los compañeros de La Cámpora. Fue una larga jornada de militancia en la que referentes de las distintas provincias llegaban para participar del debate y de la puesta a punto del local. Alrededor de las 19 hs, los bombos y banderas que se instalaron en la puerta de Piedras 610 hacían sentir que un momento importante se aproximaba. Cientos de concurrentes fueron arrimándose al estrado donde se aprestaban a hablar los referentes de La Cámpora.

Las muchas adhesiones e ilustres compañeros de la militancia que llegaban, fueron la antesala de un video en el que se escucharon las frases históricas de Néstor y Cristina, acompañadas por imágenes de los distintos momentos en los que el pueblo ganó la calle.

Frente a centenares de personas cerraron la larga jornada militante Eduardo “Wado” de Pedro, Director de Aerolíneas Argentinas; José Ottavis, Secretario
General de la Juventud Peronista de la Provincia de Buenos Aires; Mariano Recalde, Presidente de Aerolíneas Argentinas; Juan Cabandié, Secretario General de La Juventud Peronista y legislador porteño y Andrés Larroque, Secretario General de La Cámpora, y Subsecretario para la Reforma Institucional y el Fortalecimiento de la Democracia.

Entre los oradores, José Ottavis, Director de Estudios Políticos y Monitoreo de la Secretaría de la Presidencia, señaló que “esta es una etapa de cosecha de muchos años de trabajo”. Así mismo, el Secretario General de la JP de Provincia de Buenos Aires destacó que esta generación tiene que tener como objetivo “el que no haya más chicos en la calle ni pibes que caigan en el paco y que la tarea es la de seguir generando políticas de inserción para las generaciones del mañana”.

Al momento de su intervención, Mariano Recalde destacó que “estamos en una etapa de reconstrucción del tejido social que supo construir en su momento el peronismo. Así como el 2003 nos encontró a muchos de los que estamos hoy acá en la calle, hoy tenemos la posibilidad abrir este local, lo que marca el inicio de una nueva etapa”. Finalmente citó como resumen del camino recorrido por su generación la frase que la juventud le agregó a la marcha peronista que dice “resistimos en los 90, volvimos en el 2003, junto a Néstor y Cristina, la gloriosa JP”.

Luego llegó el turno de Juan Cabandié, Secretario General de la Juventud Peronista, quien indicó que “con la militancia construimos el poder que es necesario para consolidar este proyecto y que hoy estamos acá porque creemos en la militancia como herramienta de transformación”. El legislador porteño agregó: “los locales como este tienen que ser usinas de pensamiento y de articulación con la sociedad, sabiendo que tenemos por delante muchas responsabilidades por asumir. Debemos tener la claridad de que es necesaria la continuidad de este proyecto para seguir transformando la Argentina”.

En el cierre, Andrés Larroque, Subsecretario para la Reforma Institucional y Fortalecimiento de la Democracia, declaró que “desde que murió ‘el General’, el movimiento popular argentino en su conjunto quedó huérfano y que cuando menos se esperaba, Néstor Kirchner recuperó la conducción política de este espacio”. Es por ello, según Larroque que “en 2008 salimos a la calle cuando el proyecto corría peligro en el conflicto por la 125, porque sabíamos que esta conducción iba a fondo y no nos iba a fallar”. El Secretario General de La Cámpora indicó que “la misión para esta generación es la de consolidar un proyecto con participación popular que esté a la altura de la conducción política que expresan Néstor y Cristina”. Para cerrar la actividad, Larroque invitó a redoblar esfuerzos de cara al acto que se realizará el 14 del corriente en el Luna Park, para que el mismo marque un antes y un después en la relación entre la militancia y la conducción.

Luego de las emotivas palabras de los compañeros, los cantitos coparon la noche. Cientos de jóvenes representantes de todas las provincias, el conurbano y la capital, las universidad y los secundarios, compartieron los chori de rigor y la mística de un nuevo espacio puesto al servicio de la organización popular.


mpb 14 del 9
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Destacados

Con motivo de la Ley de Medios Alejandro Dolina manifestó: "la reacción de algunos monopolios ante la Ley de Medios me la imaginó y es algo que me da un pco de miedo. Vivimos una época de una indecible crueldad ideológica" Yo le agregó la mezquindad....


Leí hace poco como corolario de una nota de El Meztizo una cita de Walter Benjamin que decía algo mas o menos así "solo la humanidad redenta toca plenamente el pasado". Apareció entonces una sospecha, la intuición de un error de factores que a veces induce al equívoco. Yo propongo modestamente cambiar la frase; alterar el orden de los factores que, en este caso, modifica el producto. Yo diría: "solo la humanidad que toca el pasado con sentido de justicia es redenta...

Ayer Raul Rizzo dijo algo que me impresionó de sobremanera por su laconismo y perspicacia: "hay una cosa significativa que está sucediendo en Proyecto Sur: se está llenando de egolatras y egocéntricos, parece que eso es lo que atrae.Yo siento que este muchacho (Caparrós) es un ególatra y los ególatras y egocétricos mas alla de lo que haya escrito porque es doblemente miserable lo que está haciendo porque si él escribió un libro La Voluntad que no leí pero se de sus valores o sus exaltados valores y hoy dice con tanta ligereza que no hay que tocar aquellos años, entonces dos pensamientos se me aparecen o que quiere preservar su quiosco y que nadie mas hable del tema como dice Sandra o que realmente fue un momento de su vida que necesito mostrarse desde su egolatría y escribió eso para que se lo tenga en cuenta ¿verdad? Porque a veces hacemos un análisis equivocado, analizamos desde el punto de vista político e ideológico y hay que hacer un análisis humano, psicológico de la gente, es decir por qué lado, qué es lo que están buscando cuando dicen estoy de acuerdo con esto pero.. y no dice nada que fundamente por qué no está de acuerdo... dicen esa cosa confusa, pero de eso deviene Papel Prensa de delitos de lesa humanidad... "

Sigo preguntandome por qué los jovenes periodistas permanecen en muchos casos cautivos de la lógica periodística del Grupo Clarín. Lógica que ciertamente hizo escuela y que hoy tiene a sus exponentes máximos en Nelsón Castro y Eduardo Van Der Kooy. Sigo preguntándome ¿Por qué un autodidacta del periodismo como Lanata se ignora a sí mismo? Sigo preguntándome si la dignidad que propugnaba Federico Luppi, ese traje puesto que se lleva siempre, es solo cuestión de egolatría y muta por un par de morlacos al mejor postor...Sigo preguntándome si no importará nada los juicios a los genocidas, ni las atrocidades del Grupo, ni la apropiación fraudulenta de Papel Prensa en base a la tortura, la vejación y el asesinato... Me pregunto...






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