Queridos amigos de este rincón insondable, vacío, coterraneo, no quería desagotar viejas páginas, ni mermar los suspiros de primaveras muertas.
Argüí que no es vistoso remediar ausencias con promesas de ansias, embebiendo con sangre y luz las esquirlas del tiempo y la memoria.
Descubrí en estos versos la posibilidad de mitigar estas desidias. De brindar un anhelo mas exiguo y, a la vez, más escurridizo, como un hechizo al que hay que andarlo de puntillas para no romperlo, para no difuminarlo en lo insípido, para creer y celebrarlo a luz de una estrella, al amparo de la sombra.
UTOPÍAS
Cómo voy a creer / dijo el fulano
que el mundo se quedó sin utopías
cómo voy a creer
que la esperanza es un olvido
o que el placer una tristeza
cómo voy a creer / dijo el fulano
que el universo es una ruina
aunque lo sea
o que la muerte es el silencio
aunque lo sea
cómo voy a creer
que el horizonte es la frontera
que el mar es nadie
que la noche es nada
cómo voy a creer / dijo el fulano
que tu cuerpo / mengana
no es algo más de lo que palpo
o que tu amor
ese remoto amor que me destinas
no es el desnudo de tus ojos
la parsimonia de tus manos
cómo voy a creer / mengana austral
que sos tan sólo lo que miro
acaricio o penetro
cómo voy a creer / dijo el fulano
que la útopia ya no existe
si vos / mengana dulce
osada / eterna
si vos / sos mi utopía.
Mario Benedetti
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