jueves, 25 de noviembre de 2010

Cantos aparecidos: Ana María Ponce




El 24 de Marzo de 2004 Nestor Kirchner acometió otro acto de justicia. Como si no bastara la recuperación del predio del Esma para franquear las puertas del infierno, auqel día leyó los poemas de Ana Maria Ponce, lolita.


Kirchner conoció a Ana María y su esposo Godoberto mientras militaban en la Federación universitaria de Revolución Nacional en La Plata. Juntos escaparon de la masacre de Ezeiza. Kirchner era, por entonces, el responsable del grupo militante y tras juntar a todos en un auto, los sacó fuera del alcance de la derecha peronista. Loli pergeñó infinidad de poemas durante su vida; no obstante y como preciosa inmortalidad, como reves del horror, solo se conservan los escritos durante su cautiverio en la Esma. Para resguradarlos se los entregó en un sótano a Graciela Daleo en un sobre naranja. En esa cerrazón que acuciaba el alma en el tembladeral sugerido por cada paso cercano o el rumor simple del silencio profundo Loli agitó su voz muda sobre las paredes. No se sabe si consiguio redimir los resquicios o las sombras. Nadie duda que de alguna manera, con el reparo de los días y el vértigo, confutó el olvido, derroto al silencio de los cuartos fríos y resurgio desde el fondo de una estrella derrotada. YTal como lo anticipaba junto a la foto de su hijo Piri " He resurgido muchas veces/ desde el fondo de las estrellas derrotadas.” o al anotar“Quiero saber cómo se ve el mundo/ me olvidé de su forma/ de su insaciable boca/ de sus destructoras manos/ me olvidé de la noche y el día/ me olvidé de las calles recorridas” (...) “y estoy, a pesar de todo esto/ a pesar de no creerlo/ estoy juntando unas palabras/ unas infieles palabras/ que me dejen recordar/ cómo podría verse el mundo”


¿Que saben ellos Loli de tu muerte? ¿Qué saben de la vida? Nosotros que no conocemos la cifra de tu muerte, en tus versos a traves del tiempo, conocemos el esplendor invencible de tu vida...


Espero
que no me preguntes que espero
Atrás el silencio no quiere
contestarme
las preguntas de la vida
que le hago cada día
Vivo,
vivo y espero
no me preguntes que espero
que tento el alma tan dolida,
que me duele el cuerpo
encerrado
que los ojos se cansan
mirando una [...]
que cayó en el suelo
con una taza de café
con un cigarrillo
mirando pasar las horas
vivo,
vivo pensando
y no quiero,
no quiero más el dolor,
ni [...] tiempo detenido,
ni [...] lágrimas
que [...] entrego
pero vivo,
vivo
y espero.

Aún espero
Que el silencio me devuelva
tu voz
que tu sombra me entregue
tu cuerpo.
Que el aire me haga
respirarte,
que esta muerte demorada
me de tu vida,
que la lluvie enfríe
mi cuerpo
para sentir tu calor
de nuevo
Que la noche te traiga,
para amarme
Que mis palabras te enciendan
los ojos
Que mis pensamientos te busquen
donde estuviste
y ya no estás
Que el tiempo se mude de planeta
para quedarnos los dos
como antes
Que haya una esperanza
eso es lo que quiero
en definitiva decir
que quedó algo para decirme
que estás vivo
pero no estás.


Ana María Ponce (1952 -¿1978?). Poeta nacida en la provincia de San Luis; desaparecida en Bueno Aires. Estudió en la Escuela Normal de su provincia natal, y en la Universidad Nacional de La Plata cursó Historia y Literatura en la Facultad de Humanidades. Militó en la JP y en la Federación Universitaria de la Revolución Nacional. Detenida en 1977 por fuerzas de la Marina es trasladada a la ESMA. Sus poemas, escritos en cautiverio, se conocen porque la poeta los había entregado a una compañera de detención, sobreviviente de este centro de exterminio. Su verso es llano, de metáfora precisa, como si se pudiera palpar, donde en medio de la angustia que trasuntan, siempre permanece -y pone en valor- la esperanza de la libertad como máxima aspiración humana. Algunas de sus poesías fueron publicadas en "Palabra viva"; hay un poemario editado en 2004 que recoge toda su producción pero desconocemos su título.

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